Esta pieza, presentada en la Diapason Sound Art Gallery, New York City, en septiembre del 2011, parte de la descomposición de una serie de grabaciones de insectos en su hábitat natural, básicamente moscas, y señales con alto componente ruidoso generadas por computador, que se recomponen en un espacio determinado, en el que esta colocado el sistema de audio.
La descomposición se da mediante la separación de los diferentes componentes de los altavoces, que cubren diversas bandas de frecuencia de la señal que inicialmente reciben. Al convivir en un mismo espacio se recomponen, haciendo que el contexto específico y sus características acústicas, terminen de “ensamblar” el paisaje sonoro final.
Aunque los altavoces se encuentran relativamente lejos del oyente, la idea es que, mediante este sistema, se dé una traspolación del espacio, de manera que cambie completamente la dimensión de cada uno de los sonidos, según el lugar en el que se encuentre el oyente.
Cuatro Filtros Para Cuatro Moscas, es el resultado de algunas técnicas de grabación y de formas de difundir el sonido en espacios determinados que estoy trabajando desde hace tiempo y que resultan de reflexiones en torno a la escucha y los filtros acústicos y psicológicos que alteran los modos de percibir. Que alteran el punto de vista… el punto de escucha.